0299. LOS PROBLEMAS DEL CRECER

Sinopsis

Una pandilla de pequeños delincuentes despreciables y desalmados arrasan un hogar juvenil y destrozan los confortables confines de una casa residencial de ensueño en la anárquica comedia de New World 'Growing Pains'. Un coche de la policía de Los Angeles atraviesa las siniestras puertas de hierro de la Residencia para Huérfanos del Corazón Sangrante y deposita a su diminuto prisionero Piper (Georg Olden). Un tipo duro , de medio metro que lleva gafas de sol de espejo y con más ganas de camorra que centímetros tiene. Dentro de las lóbregas paredes de la residencia, Piper es conducido a su catre por Kurtz (Murphy Dunne), un instructor reprimido sexualmente que contempla el mundo a través de unas gafas de culo de botella. En la cena, Piper recibe una gélida bienvenida por parte de Serena (Anne de Salvo), la gerente de la residencia, una solterona nerviosa y reprimida. Poco a poco y a regañadientes, piper conoce a algunos de los otros chicos: el pequeño Ratón (Michael Hentz), el divertido Negrito (Christopher Brown), el gruñón Blanquito (Jack Coleman) y la marimacho Joey (Pamela Segall). Kurtz y Serena desempeñan sus intratables cargos con electroshocks y sesiones en el 'cuarto de meditación', una celda húmeda que se usa para conservar trozos de carne. Piper se gana enseguida una sesión de meditación al provocar una guerra de comida que acaba con Serena cubierta de puré de patatas y relleno. El acaramelado psiquiatra de la residencia hace un desagradable comentario sobre la madre de Piper y éste le da la vuelta a la silla del loquero y se fuga por la ventana sin barrotes, pero queda incosciente por la alambrada electrificada que rodea el recinto. Ratón, Negrito, Blanquito y Joey se unen a Piper en el cuarto de meditación después de poner a caldo a la enardecida Serena. 'Vosotros no jugáis justo. Eso me gusta', dice Piper. Los cinco se cortan los dedos con una navaja y juran ser una 'familia'. La familia se separa cuando los chiflados de Warren y Gladys Fitzpatrick (Martin Mull y Karen Black), un ejecutivo egoísta y de cabeza cuadrada y su mujer, que vive alucinada por atiborrarse de pastillas, escogen a Ratón para adoptarle. La nueva familia de Ratón es... rara. El hermano mayor, Garth, se cree que es un samurai japonés que juega con su espada. La henmana, Sara, es una mocosa pijilla y tonta. Y Warren tiene un idilio con su fabuloso Ferrari. Ratón pone las cosas en su sitio al vaciar la cuenta bancaria por ordenador de la familia, tirar abajo una pared de su cuarto y sacarle fotos desnuda a su hermana en la ducha. El resto de los chicos oye en la residencia la llamada del alterado Warren a Serena y se creen que Ratón ha intentado suicidarse. Los chicos emprenden una fuga temeraria y se dirigen a Santa Bárbara con una intensa (y sudorosa) persecución de Kurtz. Mientras tanto, Ratón sale corriendo de la casa. Hace autoestop y le coge una chica de un clan de moteros que se dirige, por desgracia, a Tijuana. Gracias a los fondos que roban, Piper y la pandilla hacen un viaje salvaje en taxi, bien regado con cerveza, hasta Santa Bárbara. Llegan instantes después de que Warren y Gladys hayan salido hacia la comisaría para recoger a Ratón, que ha sido capturado por la poli. Los huérfanos empiezan a jugar con los juguetes que encuentran: una moto (que Blanquito tira a la piscina) y una pistola del 38 (con la que sin querer Negrito destroza una estatua de valor incalculable). En medio de todo aquel caos, Joey se besa a hurtadillas con Piper. En ese instante, un Warren encolerizado y una Gladys sedada llegan a casa con Ratón, y Kurtz aparece en coche frente a la casa de los Fitzpatrick. La diversión acaba de empezar y los Fitzpatrick están a punto de comprender que no todos los problemas del crecer son cosa de los jóvenes.

Disponibilidad

Web oficial

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